La Ciudad y las Palabras estrenó el documental sobre Ricardo Piglia

7 de Mayo 2016

El filme, que retrata la vida del autor a través de sus diarios, se exhibió el jueves en la UC.

Por Constanza Troncoso, La Tercera

“Miércoles. Nos vamos pasado mañana. Decidí no despedirme de nadie. Despedirse de la gente me parece ridículo. Se saluda al que llega, no al que se deja de ver (…)” . Estas fueron las palabras iniciales del primer diario que llevó Ricardo Piglia (74) entre 1957 y 1958, cuando con 16 años tuvo que dejar su ciudad, Adrogué, por el exilio de su padre, después del derrocamiento de Perón. El registro de su vida se convirtió, según cuenta, en un hábito, una manía que con el pasar de los años resultó en 327 cuadernos.

“Estoy seguro que si no hubiera empezado esa tarde a escribirlo, jamás hubiera escrito otra cosa”, afirma el autor de Plata quemada (1997) en el documental 327 cuadernos, realizado por el cineasta Andrés di Tella, que se exhibió por primera vez en Chile el jueves en el ciclo La Ciudad y las Palabras, del Doctorado en Arquitectura de la UC, apoyado por La Tercera. La exhibición fue un homenaje a Piglia, primer invitado del seminario, hace nueve años.

El filme registra a Piglia revisando por primera vez los cientos de cuadernos que constituyen su diario, un registro de más de medio siglo de vida. “El me planteó que hiciera esta película porque le servía para obligarlo a leer sus diarios”, explicó el documentalista en el diálogo que mantuvo con el escritor Alan Pauls, al término de la proyección de la cinta.

“¿Descubriste algo de Ricardo Piglia que no supieras de antes?”, preguntó Pauls. “Me sorprendió cómo en todo lo que él escribió hay siempre elementos de su vida -respondió Di Tella-. Hablando con él supe que en su novela Blanco Nocturno (2010), aparecen su primo, sus amigos, todo su mundo familiar, y todas las cosas que cuenta son cosas que le habían pasado. Hay tanto de él en las novelas como en los diarios”.

Cerca de la mitad de la película, se produce un punto de quiebre. A Piglia se le diagnóstica una enfermedad degenerativa llamada Esclerosis lateral amiotrófica (ELA).

“¿Cómo fue la actitud de él en las grabaciones luego de la irrupción de la enfermedad?”, quiso saber Pauls. “Cuando llegó el diagnóstico paramos -contó Di Tella-. Por un momento pensé que no podría terminar la película, pero ahí fue que él mismo me dijo ‘vamos a seguir adelante’”.

En 2015, al mismo tiempo que se estrenó 327 cuadernos en Argentina, se publicó el libro Los diarios de Emilio Renzi. Años de formación. Primera parte de una trilogía, en que Piglia edita y reescribe sus memorias para contarlas a través de su alter ego literario.

“El decide utilizar todo ese material como diario de Emilio Renzi; en el libro no muestra sus recuerdos en bruto, algunos los usa de forma literal y otros no”, explicó Di Tella. “Desconfiaba de las publicación de obras póstumas, entonces prefería hacer su propia versión y después quemar los diarios originales”, agregó el cineasta.

Alan Pauls recordó que de estudiante, junto con otros compañeros, entrevistó a Piglia, y luego el escritor le pidió la grabación para retocarla: “¿No confía en nosotros?, le pregunté y él me respondió que no era un tema de confianza, sino que quería ser él quien escribiera todo lo que decía. Tenía ese principio, ser el único amo de sus palabras”.