Invertirán US$ 7,5 millones para remodelar Museo de Arte Contemporáneo de Valdivia
Emplazado en las ex instalaciones de la Cervecería Anwandter, el recinto duplicará su superficie y sumará nuevas salas destinadas a expresiones de vanguardia.
Por Óscar Riquelme Bracho, El Mercurio
En Valdivia, uno de los últimos vestigios del terremoto de 1960 será objeto de una completa remodelación que permitirá convertirlo en uno de los espacios culturales más importantes del sur del país.
Con su ubicación privilegiada a orillas del río Valdivia y frente a la Feria Fluvial, el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) ha destacado como una de las construcciones de borde río más importantes y grandes de la ciudad. Hoy, esta estructura de 1.800 m {+2} se encuentra a pocos meses de iniciar la remodelación más completa que se le haya hecho desde que fuese las instalaciones de la Cervecería Anwandter. Todo, gracias a un millonario proyecto de restauración y ampliación de $5 mil millones, financiados por el Fondo Nacional de Desarrollo Regional y por el programa Puesta en Valor del Patrimonio del BID, que sumará otros 1.394 m {+2} .
El diseño, a cargo del arquitecto Cristián Undurraga [EARQ], se encuentra terminado, por lo que se espera que a fines de este año se abra la licitación de las obras y que en 2018 las nuevas instalaciones estén terminadas.
Los inicios de la Cervecería Anwandter se remontan a 1851, cuando fue fundada por el colono Karl Anwandter, quien un año antes había llegado a la ciudad en el marco de las políticas de inmigración de Vicente Pérez Rosales. Con el auge económico, ya en 1870 Anwandter era una de las principales cervecerías del país, lo que se vio mermado por el incendio que en 1912 quemó casi todas sus instalaciones. Tras ser reinaugurada en 1914 con la estructura de acero, ladrillo y hormigón que actualmente posee, en 1916 la empresa fue vendida a la Compañía de Cervecerías Unidas (CCU). Pero el terremoto de 1960 destruyó parcialmente la fábrica y quedó sumida en el abandono.
Recién en 1994 la Universidad Austral de Chile (UACh) recuperó los terrenos e inauguró allí el actual MAC, que en esos años contaba con precarias instalaciones. “No había vidrios ni techo. Era una industria abandonada que con el paso del tiempo se había convertido en un sitio eriazo”, recuerda su director y cofundador, Hernán Miranda, quien recuerda que las primeras colecciones se exhibieron a la intemperie.
A su juicio, el área donde se emplaza el MAC “es parte de la colonización alemana y de nuestra memoria patrimonial, lo que aumenta la importancia de remodelar este sitio y convertirlo en el gran espacio para el arte en el sur del país”.
El rector de la UACh, Óscar Galindo, señala que esta remodelación “demuestra la necesidad de descentralizar la inversión pública en arte y cultura”. Respecto de su proyección, adelanta que “se convertirá en uno de los principales destinos para quienes valoran el arte y será, finalmente, el esfuerzo de un fantasma por convertirse en realidad”.