Los vecinos frente al gobierno municipal

9 de Mayo 2016

Editorial El Mercurio. Los vecinos de la capital de Italia, Roma, cansados de denunciar la ineficacia de sus autoridades municipales, han decidido organizarse para realizar las tareas de limpieza y ornato de su ciudad que el aparato estatal no es capaz de cumplir con la debida agilidad. Su acción pretende relevar la negligencia y corrupción que […]

Editorial El Mercurio.

Los vecinos de la capital de Italia, Roma, cansados de denunciar la ineficacia de sus autoridades municipales, han decidido organizarse para realizar las tareas de limpieza y ornato de su ciudad que el aparato estatal no es capaz de cumplir con la debida agilidad. Su acción pretende relevar la negligencia y corrupción que imperaría según los vecinos en la gestión comunal. Son medidas extremas, comprensibles en un cuadro de profundo desencanto con el gobierno comunal de esa ciudad.

Un camino distinto es el que tienen los ciudadanos chilenos que en pocos meses más deberán renovar las autoridades municipales de los 346 comunas del país. Esta es una ocasión propicia para evaluar la gestión de las autoridades que han administrado sus respectivas comunas y de los concejales encargados de fiscalizarlos. Para hacer efectiva esa responsabilidad política, sea de aprobación o rechazo, es clave que los vecinos concurran a votar. El voto voluntario debutó en Chile en la anterior elección municipal con una lamentable abstención que bordeó el 57 por ciento de los inscritos.

Un reciente estudio de la Universidad Católica [Índice de Calidad de Vida Urbano] da cuenta de la distinta calidad de vida que proveen cerca de un centenar de comunas urbanas del país, y si bien existe una importante correlación entre el ingreso de sus habitantes y aquellas mejor posicionadas, el estudio registra el movimiento ascendente que han tenido diversas comunas fruto de la acción combinada del sector privado, con la creación de empleos e infraestructura privada, y el sector municipal con mayor equipamiento y áreas verdes, y mejoras en la calidad de los servicios públicos. Lo anterior ratifica que existe un amplio espacio para que las autoridades comunales y los particulares puedan optimizar las condiciones de sus comunas. Las mejores propuestas y la evaluación de la gestión realizada en ese ámbito debieran ser un foco de interés de los ciudadanos en las elecciones municipales.

Algunos alcaldes han desplegado variadas iniciativas para enfrentar la acción vandálica de rayados y destrucción de mobiliario urbano que afecta a numerosas ciudades y barrios. La degradación del espacio público suele crear un ambiente propicio para la proliferación de la delincuencia, principal preocupación de los chilenos. Ilustrativo es el caso de Valparaíso , que ha creado la figura de los “guardias patrimoniales”, por las características de su patrimonio urbano, nuevo sistema de vigilancia que el municipio implementará y que busca disuadir la ocurrencia de delitos en los barrios históricos. Se trata de un grupo de 15 vigilantes dotados de equipos de radiocomunicación y uniforme, que se desplazarán en bicicleta por las 23 hectáreas de Valparaíso declaradas Patrimonio de la Humanidad.