Diseñadores de la UC crean deshidratador de fruta atmosférico de bajo costo

13 de Junio 2016

Diario Financiero destaca el proyecto desarrollado por la alumna egresada de la Escuela de Diseño UC, María Paz Rojas y su profesor guía, Alejandro Durán. “Boyle” tratase de un deshidratador de fruta atmosférico de bajo costo y ya está patenteado en Chile.

Por Alejandra Melo

La toma de consciencia sobre la pérdida de alimentos a nivel mundial ha cobrado mayor importancia en los últimos años. Ello, debido a las altas cantidades botadas, que según cifras de la FAO, Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, alcanzan las 1.300 millones de toneladas anualmente.

Contribuir a reducir la cifra global y aminorar la pérdida de frutas y verduras a nivel local fue la motivación de los diseñadores de la Universidad Católica de Chile (UC) María Paz Rojas y Alejandro Durán, para crear en 2014 Boyle, un deshidratador atmosférico de fruta, que es energéticamente sustentable y más rápido que los métodos solares.

El mecanismo aprovecha los cambios de presión en ambientes controlados, quitando rápidamente presión a un contenedor.

Este sistema reduce los tiempos de deshidratación -que usualmente varían entre siete y catorce días- a tan solo seis horas por kilo de fruta secada.

“Lo que hicimos fue bajar la presión atmosférica, lo que convierte al contenedor -un cilindro de gas de 15 kilos- en un lugar con menos presión, de este modo, el agua de los alimentos se evapora a menos temperatura”, comenta Durán, quien agrega que el efecto es similar al de una jeringa.

Una de las principales ventajas de este emprendimiento, explica su creadora, es que mantiene las propiedades nutritivas de los alimentos que deshidrata, permitiendo obtener un producto de mejor calidad. Esto, versus el secado al sol o a altas temperaturas, que rompen con los enlaces proteicos.

El foco de estos diseñadores fue crear un elemento que pudiese ser de uso cotidiano. Para ello, “utilizamos materiales ya existentes, como un cilindro de gas de 15 kilos, platillos de aluminio, y una manilla -una especie de gata hidráulica para autos- que al girarla, permite subir o bajar las rejillas donde está la fruta, en total no supera los $ 50.000, sostiene Rojas.

Boyle -que ya está patentado en Chile- pertenece a una serie de proyectos de la misma facultad de Diseño UC, que se enmarcan en una lógica denominada lowtech. Este concepto permite crear diseños funcionales a bajo costo productivo y técnico, aplicando conocimientos científicos ya existentes.

Es por ello que hoy buscan elaborar un conjunto de soluciones que puedan ser transferidas a alguna institución, ya sea estatal o privada, y entregarlas a comunidades en nuestro país.