Madera de creadores: arranca la Muestra de Artesanía UC

Por Iñigo Díaz, El Mercurio

En la Muestra de Artesanía UC hay un artesano que es toda una leyenda. Se llama Luis Araya, dentro de poco cumplirá 78 años, viene de Linares, fabrica aperos huasos y anota una marca.

Es el único de los expositores que estuvo en 1974 en la primera edición de este encuentro. Araya sigue presente allí, junto a unos 120 artesanos que hasta el próximo 11 de diciembre se dan cita en el Parque Bustamante.

“La muestra sigue creciendo. Tenemos a artesanos habituales, algunos muy antiguos, pero cada año renovamos el 30 por ciento. Junto a nuevos convenios con instituciones podemos llegar a artesanos que están en lugares lejanos, y con la curatoría hemos logrado relevar aspectos importantes de la artesanía”, dice Elena Alfaro [EDNO], directora ejecutiva de la muestra.

Uno de esos aspectos es el tema central de la edición 43, la madera. Una veintena de artesanos mostrará en el pasillo central esa diversidad: desde el tallado rapanuí a la orfebrería en madera, de la talla masculina mapuche a la artesanía mexicana de alebrijes, y desde la tradición de piezas de las misiones jesuitas a la innovación actual.

Los organizadores esperan llegar a los 30 mil visitantes, lo que sería todo un hito de convocatoria.

Caras y caretas
Fabricadas en madera del llamado “palo borracho”, especies nativas de regiones subtropicales, y coloreadas con pigmentos vegetales y minerales, las máscaras del artesano argentino Bernabé Díaz, en su origen antropomorfas, han llamado la atención de coleccionistas provenientes de distintas ciudades. Perteneciente a la comunidad chané, de la zona de Campo Durán, en Salta, trabaja únicamente con el cuchillo. Lo acompañan sus familiares en esa talla, el proceso de secado, lijado y pintado de máscaras de animales, distintos tipos de aves y felinos salvajes. “Cuando vamos al monte (al campo) y trozamos la madera, ya sabemos exactamente qué animal será cada uno”.

Gubias a la mano
No es precisamente un artesano de la madera, pero los artesanos de la madera le deben un agradecimiento especial. Desde su casa taller en San Miguel, Eugenio Calderón prepara cada día los materiales para la fabricación de precisas herramientas de tallado. Con sus gubias se han iniciado muchos artistas y maestros grabadores.

“Cuando comencé como tallador, no tenía dinero para comprar las herramientas. Entonces me puse a hacerlas, pero poco a poco me di cuenta de que más me gustaba hacerlas que tallar”, recuerda Calderón.

El maestro trabaja junto con su hijo en la confección de estas piezas especiales para madera, pero también otras para trabajar el metal y la piedra. Calderón estará en el área central de la muestra, como una excepción a la regla, con los artesanos de la madera.

Tradición de juguetería
“Tengo un gran compromiso, el de enseñar. Es un poco triste pensar en que esto se está extinguiendo. En Molinos quedan muy pocas familias que se dedican a la talla. La juventud no está tan comprometida ahora.

Pero enseñar es una buena manera de dar ocupación a mucha gente”, reflexiona Flaviano Gonzales, reconocido tallador peruano del valle de Mantaro, quien elabora impresionantes serie de figuras, máscaras, banquillos y sobre todo coloridos juguetes. Proviene de una familia de talladores, cuyos padres tomaron esta tradición ancestral.

Él y todos sus hermanos aprendieron de muy niños observándolos, y así es como sus hijos están continuando el oficio. Flaviano utiliza madera de aliso, ciprés y quinual, para la elaboración de estas piezas que incluso han llegado a la colección de arte popular tradicional del Museo Nacional de la Cultura Peruana.