Luis Eduardo Bresciani: “El Gran Concepción requiere más inversión en transporte”

6 de Mayo 2017

El arquitecto UC planteó que el área metropolitana de Concepción puede convertirse en ejemplo para otros territorios. Cree que están dadas todas las condiciones para hacer una buena planificación

Por Daniel Tapia, El Sur

De paso por Concepción para participar del foro metropolitano “Gran Concepción: ¿Hacia dónde vamos?”, el presidente del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, Luis Bresciani Lecannelier [EARQ], analizó los desafíos del Gran Concepción de cara a la discusión del nuevo plan regulador metropolitano, que actualmente se encuentra en diseño.

“Concepción pasó a ser una ciudad metropolitana compleja en donde los niveles de desarrollo de vivienda y de localización de empleo se han ido concentrando también en otras comunas. Es mucho más equilibrado hoy el desarrollo de Concepción en relación al que tenía hace 20 años atrás, donde todas las oportunidades se concentraban mayoritariamente en Concepción y Talcahuano”, dice Bresciani.

El arquitecto cree que una de las necesidades que tiene el Gran Concepción para alcanzar el desarrollo es mejorar la infraestructura en transporte: “La calidad de la planificación urbana del Gran Concepción requiere también de un acompañamiento sustancial de inversión en infraestructura de transportes”.

Agrega que urge mejorar la inversión en ferrocarriles, porque “sólo la infraestructura de transporte público puede garantizar mayores niveles de equidad social, cohesión y crecimiento planificado en el largo plazo”.

-Concepción tuvo una agenda innovadora a principios de la década del 2000 con el proyecto Biovías, integrando el tren al sistema de transporte público, pero claramente en la última década esos avances han sido insuficientes. El Gran Concepción requiere mayor inversión y mayor compromiso del país en nivelar la disponibilidad de infraestructura de transporte público masivo.

-Si uno compara el Gran Concepción con la inversión en infraestructura que se viene haciendo en el Gran Valparaíso o en Santiago, en comparación con el tamaño de su población, Concepción claramente requiere más inversión.

-La planificación del sistema ferroviario apunta a dotar a Concepción de metro regional que permita que esta ciudad, que está compuesta por múltiples comunas, pueda crecer de manera adecuada en las próximas décadas. Con buena planificación, integrando las inversiones de infraestructura de transportes con la planificación del suelo, la vivienda y con la gestión de carácter ambiental y espacio público, es absolutamente posible que esto pueda mejorar en las últimas décadas. El Gran Concepción es la única área metropolitana hoy día que tiene la organización, los liderazgos y los equipos técnicos que pueden viabilizar una visión de planificación integrada para la ciudad que incluya transporte, desarrollo urbano, infraestructura y desarrollo público.

-En el debate de hoy (foro en el que participó) surgieron al menos cuatro: uno es la planificación de la infraestructura de transporte público que tiene que ser ampliada. Dos, la disponibilidad de suelo y la renovación urbana para la integración social para reducir los niveles de segregación social que Concepción tiene hoy día, expulsando a sus habitantes a la periferia. Tres, la reconversión y creación de un sistema de parques integrados con las áreas protegidas, humedales y áreas protegidas ambientalmente. Cuatro: una política de prevención del riesgo que genere ciudades más seguras frente a los eventos que hoy pueden ser experimentados, tanto en el borde costero como en el Río Biobío.

-Diría que en los temas de planificación ambiental y de resiliencia Concepción tiene notables avances, producidos en los últimos años producto tanto del terremoto del 27/F como de otro proceso de planificación previos a él. Los dos temas donde Concepción quiere hacer un esfuerzo mayor, claramente, son en la construcción de infraestructura de transportes de calidad y en la regeneración urbana para la reintegración social de las áreas más consolidadas.

-Se resuelve con una política que combine no solamente subsidios, sino que también la gestión de suelo público y privado, y obviamente en normativas que permitan renovar y densificar zonas accesibles, pero garantizando que los sectores más vulnerables puedan acceder a esas áreas. Requiere una acción concertada entre el sector público y el privado para generar proyectos específicos de integración social donde, por ejemplo, las familias que hoy viven en campamentos puedan habitar en barrios integrados y no solamente con aquellos que vienen de otros campamentos, sino que también en zonas que ya están bien consolidadas y tienen acceso a transporte público, a buenos servicios y a buenas oportunidades de empleo.