Tomás Vivanco y las expectativas para el FabLab Santiago 2017

28 de Julio 2017

24 expositores internacionales se darán cita en el FabLab 2017, en el que Santiago de Chile será el anfitrión de una de las instancias de reunión más importantes de los representantes del mundo del diseño, el desarrollo tecnológico y la innovación en el contexto internacional.

Tomás Vivanco, arquitecto de profesión y docente de la Escuela de DiseñoUC, es codirector del FabLab Santiago, un espacio de exploración, experimentación y desarrollo de proyectos de diseño, enfocados en el área industrial y de nuevas tecnologías.
Por estos días sus esfuerzos y toda su capacidad están enfocados en el encuentro anual de FabLabs de todo el mundo que se desarrollará entre el 31 de julio y el 6 de agosto en Santiago de Chile, gracias a una alianza estratégica entre el FabHouse FADEU; los laboratorios del Centro de Innovación UC, la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile, y de la Universidad Adolfo Ibáñez; y el Campus Creativo de la Universidad Andrés Bello. Su llamado es a “sacarle el máximo provecho” a las charlas, exposiciones y conversatorios que habrá con distintos expertos, y reflexiona respecto de cómo el diseño, la innovación y el desarrollo tecnológico permiten “construir el futuro nosotros mismos desde nuestras disciplinas”.

¿De qué estamos hablando cuando nos referimos a un FabLab?
FabLab es el diminutivo de Fabrication Laboratory (laboratorio de fabricación), y es un espacio de trabajo donde conviven máquinas digitales y análogas que permiten llevar al mundo físico toda la información digital que se genere, ya sea directamente desde el computador o a través de post producción de objetos.
Estos FabLabs están conformados por equipos humanos multidisciplinarios, y en muchos casos pueden desarrollar objetos desde la escala de una vivienda hasta la escala, por ejemplo, de un sensor. En un FabLab podemos pasar por todas las escalas del diseño, en sus múltiples dimensiones y formatos.
Los equipos de trabajo son bien diversos. Cerca del 99% de los FabLabs están dentro de instituciones mayores (universidades o empresas) y el resto son independientes. Por ejemplo, el FabLab Santiago, que es el que yo codirijo, pertenece a una fundación que se llama “Diseño Distribuido”, y es uno de los pocos que son 100% independientes.

¿Hay uno de estos espacios en la FADEU UC también?
Sí. Se llama FabHaus, y estamos buscando que sea un espacio de intercambio, convivencia y diálogo entre docencia, investigación, estudiantes y profesionales que puedan aportar y generar proyectos conjuntos de innovación y desarrollo.


Todos los años, desde hace 13 años, se produce un encuentro anual de FabLabs, y este año le corresponde a Chile ser “anfitrión”. ¿Cómo nace la posibilidad de ser, por vez primera, anfitriones de esta red internacional de laboratorios?
Hace trece años los FabLabs nos reunimos anualmente, a través de una red que hoy tiene más de 1.200 laboratorios en todo el mundo. Los últimos años se desarrollaron en Japón, España, Estados Unidos, China y el próximo año se realizará en París.
Dos años atrás, en Boston, Estados Unidos, me tocó realizar la presentación de Chile para postular a ser anfitrión, y competíamos con Brasil, que presentaba una propuesta muy robusta y muy bien trabajada.
Nuestra propuesta fue innovadora desde dos puntos de vista. Primero, porque fue trabajada en conjunto con instituciones del Estado (Ministerio de Economía y Secretaría General de la Presidencia); con la sociedad civil organizada; la Academia; Fundaciones y otros. Y, segundo, porque elegimos una temática muy interesante, que tiene que ver con el concepto “Fabricating Societies” (fabricando sociedades). Estas variables fueron gatillantes para que fuéramos anfitriones, sumado a capacidades de infraestructura, equipamiento y gestión, lo que resultó en una coorganización local entre el FabLab Santiago y la Escuela de DiseñoUC.


¿Qué temáticas se van a trabajar en el FabLab 2017?
Definimos seis lineamientos estratégicos: ciudades, vivienda, energía y medioambiente; educación; descentralización; e innovación y emprendimiento. La idea es que en cada una de ellas haya exposiciones y debates sobre cómo la fabricación digital y las nuevas tecnologías impactan positivamente en la sociedad. Han surgido otras áreas y temáticas, como, por ejemplo, el biodiseño y la medicina, que también estarán consideradas como áreas de trabajo y paneles de conversación muy interesantes.


¿Con qué se va a encontrar, en la práctica, la persona que asistirá al FabLab Santiago 2017?
Se va a encontrar con una semana completa enfocada a diversas actividades. Por una parte, hay un Congreso de lunes a jueves (31 de julio hasta el 3 de agosto) en la Casa Central de la Universidad Católica, donde armaremos dos grandes FabLabs, con charlas, talleres, paneles de conversación, charlas de expertos y presentación de papers.
Paralelamente habrá talleres todos los días. El viernes 4 de agosto habrá un simposio con cerca de 24 expositores internacionales y luego el fin de semana habrá un festival gratuito y abierto en el GAM, donde muchos de los expositores darán charlas abiertas al público y habrá talleres para niños y adultos, con zonas de exposición de proyectos y muchas otras novedades.
De hecho, CORFO expondrá una feria de prototipos tecnológicos y habrá también stands de empresas que estarán entregando contenidos a través de experiencias, charlas y otros. Para ponerlo en palabras simples, tendremos desde carreras de drones, hasta desfiles de modas, talleres teórico-prácticos y mucho más. La cartera de actividades es muy abundante.


¿Cómo está Chile en el contexto internacional del Diseño, sobre todo en el campo del desarrollo tecnológico y la innovación?
El Diseño, a mí juicio, es una disciplina que está en vías de madurez. Como se ha señalado en algunas oportunidades, el Diseño está en todos lados, pero a la vez, estar en todos lados es, al mismo tiempo, estar en ningún lado. Entonces, es preciso saber encontrar una suerte de gravitación del Diseño como disciplina y asignarle un contexto, que en el caso de Chile es complejo, porque como país no nos caracterizamos por otorgarle un valor agregado a las materias primas que exportamos. Somos un país donde recién hoy estamos dando una mirada al Diseño para aumentar la capacidad de mejora en nuestras exportaciones.
Por otro lado, en términos de economías creativas a nivel nacional, involucrando al cine, la arquitectura, el arte, etc., somos un país bien posicionado. El problema es que a mediados de los 70 se rompió la revolución industrial y dejamos de ser un país productor de cosas. Antes producíamos, por ejemplo, televisores y autos, además de proyectos de innovación y desarrollo, pero esta ruptura provocó que fuéramos un país que no considerara la industrialización y la innovación en objetos y productos como un valor.
Hoy como país estamos cambiando este paradigma, en conjunto con el Ministerio de Economía y CORFO, potenciando las economías creativas con un nuevo Plan de Desarrollo Estratégico lanzado por la Presidencia.

¿Quieres hacer un llamado a quienes están interesados en participar en el FabLab Santiago 2017?
Estamos ad portas de un evento muy particular, que es único y que no va a volver a Chile. Si somos conscientes de aquello, tenemos la misión de sacarle el máximo provecho al mismo, porque creo que la capitalización de este evento la vamos a comenzar a ver a futuro, y creo que estos cambios que hoy vemos como “revolución” tecnológica ya están instalados en nuestra sociedad.
Este evento nos permitirá reflexionar, además, respecto de la conducción de nuestras disciplinas hacia la incorporación de las nuevas tecnologías y nuevos medios sin perder el sentido original y el valor de las mismas.
No es solo el objeto, sino lo que genera el objeto y lo que sucede a raíz de la generación de este objeto. No esperemos que nos digan cómo va a ser el futuro, sino construyámoslo nosotros mismos a través de nuestras disciplinas…esta es una de las reflexiones que me gustaría que la gente rescatara de esta experiencia. Tenemos que sacar el máximo provecho a todos los expertos que vienen a Chile, quienes, además, están muy emocionados de venir a conectarse con el capital social de nuestro país.

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