Rector Ignacio Sánchez y Decano Mario Ubilla encabezaron homenaje al Arquitecto Eugéne Joannon
Con alta asistencia de académicos, alumnos y familiares, se llevó a cabo el homenaje al Arquitecto e Ingeniero -y fundador de la Escuela de Arquitectura UC-, Eugéne Joannon Crozier, profesional francés cuyo legado ha marcado hasta hoy a varias generaciones de arquitectos.
La ceremonia se llevó a cabo en la Sala Capilla de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos, en el Campus Lo Contador UC, y fue encabezada por el Rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, por el Decano FADEU, Mario Ubilla, y por la Directora y Asesora Legal de la Corporación del Patrimonio Religioso y Cultural de Chile, Lillyan Jara; y contó, además, con la participación especial del Arquitecto UC, Fernando Pérez y su par de la Universidad de Chile y consejero del Consejo de Monumentos Nacionales, Felipe Gallardo, quienes realizaron el análisis histórico y comentarios finales sobre la vida y obra de Joannon.
El Rector Sánchez saludó muy especialmente a la familia, y a todos los miembros que estuvieron presentes, y afirmó que “es un agrado para mí como Rector sumarme a este homenaje a un hombre que es parte del alma de esta Facultad y de esta Escuela, que fue parte de su fundación y que, además, tuvo influencia importante a través de su obra, desde el sector público, desde el sector privado y desde el Arzobispado, dejando un legado de construcción y diseño de muchas iglesias y obras, muchas de las cuales son hoy parte del patrimonio arquitectónico nacional”.
El Decano Ubilla expresó que “mi aproximación a la obra de Joannon ha sido experiencial, pues ésta está ubicada en un contexto que me es próximo, y está al paso de otras cotidianeidades propias del habitar y del recorrer esos espacios públicos que, si bien no son parte del proyecto, sí están en la obra y la determinan”, agregando que “he querido reconocer su obra desde una experiencia de croquis en el lugar”.
“Al paso me queda la Iglesia de la Plaza, también llamada Parroquia Ñuñoa Nuestra Señora del Carmen, y rescato sus detalles y las relaciones que propone al peatón, que tolera su vecindad junto a enormes edificios, en un barrio que cambia con efervescencia y cierto descuido”, afirmó el Decano, recalcando que “su obra considera detalles rigurosos y austeros, y se abraza con la plaza continua”.
Asimismo, la Directora y Asesora Legal de la Corporación del Patrimonio Religioso y Cultural de Chile, Lillyan Jara, sostuvo que “Joannon Crozier nos ha dejado un valioso legado, avalado por más de 40 edificios e iglesias que constituyen parte fundamental de nuestro patrimonio arquitectónico. Como Corporación queremos solicitar que este merecido homenaje y reconocimiento se materialice en la protección de sus obras y que, al amparo de la declaratoria de monumento nacional a 16 de ellas, se extienda al resto de las iglesias, capillas y parroquias que construyó durante su fructífera vida profesional”.
Vida y obra
Eugene Joannon Crozier, nace en Lyon en 1860 y muere en Chile 1938.
Estudia en París recibiéndose en 1883 de ingeniero de la L` École Central y en 1889 de arquitecto de la L` École Beaux Arts, siendo discípulo de Paul Blodel. Luego de ello es contratado junto a otros renombrados arquitectos francéses; como Emie Jequier y Emile Doyere, por el gobierno chileno para realizar obras de gran envergadura en la capital de Santiago, en vísperas del bicentenario de la República. En 1911 es contratado, además como arquitecto del Arzobispado, donde se desempeñará por más de 25 años. Durante este período fue docente de la Escuela de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica, siendo uno de sus fundadores. Fue además fundador y vicepresidente de la Sociedad Central de Arquitectos (Hoy el Colegio de Arquitectos de Chile).
Sus estudios en las dos disciplinas complementarias, arquitectura e ingeniería, permiten que este arquitecto se dedique, por un lado, al desarrollo de fachadas y definición estilística de su obra, que le permitirán articular diversos estilos en lo que se ha conocido como el eclecticismo historicista, y al mismo tiempo, tuvo particular atención a los aspectos técnicos y constructivos de su obra. Esto permitirá que su obra permanezca en buen estado hasta el día de hoy.
Dentro de sus obras primeras destacan:
-1892 Iglesia Parroquial Santa Filomena, donde utiliza principalmente el neogótico. Se encuentra declarado como Monumento Nacional.
-1893 Edificio Comercial Edwards en la esquina de la Plaza de Armas es uno de los primeros edificios en estructura metálica en Chile, y está declarado como Monumento Nacional.
-1895 Municipalidad de Santiago, el edificio consistorial emplazado también en la Plaza de Armas, utiliza el neoclásico. Se encuentra declarado Monumento Nacional.
Si bien existen varias de sus obras protegidas por el Consejo de Monumentos Nacionales, existen muchas otras que aún no se encuentran puestas en valor y que deben ser reconocidas como patrimonio nacional. Como sabemos la continua construcción de la ciudad, hace que algunas de ellas se encuentren en peligro de ser demolidas, como lo han sido algunas de sus obras, como la Municipalidad de Maipú, el teatro del colegio SS.CC. o el edifico Unión Central ubicado en la Calle Ahumada. Por poner algunos ejemplos.
Dentro de las obras sin protección, se pueden destacar una gran cantidad de iglesias ubicadas en el centro de Santiago como: Iglesia Corpus Dómini (calle santo Domingo), Iglesia San José (calle Agustinas), Iglesia San Ignacio (calle San Ignacio y Alonso de Ovalle), Iglesia Nuestra Señora de la Victoria (calle Bellavista), Parroquia de Ñuñoa, Iglesia Cristo Pobre, etc. y otras fuera de Santiago como: la Iglesia de Pelequén, la capilla de Fundo El Tránsito, la Iglesia San Vicente de Paul en Valparaíso, Capilla del Hospital de San Bernardo.
Además, existen otras obras de no menor importancia, preferentemente instituciones educacionales, como: la Facultad de Química de la Universidad de Chile, el Colegio Instituto Zambrano y el colegio de la Salle.
Su obra es extensa, prolífica y de diversa escala, destacando la edificación religiosa y escolar, con algunos casos de vivienda privada. Sus estudios en Francia a finales del siglo 19, le otorgan una gran capacidad estilística que se pueda apreciar en la variada obra arquitectónica, que va desde el uso del neogótico al neoclásico, utilizando diversos materiales y sistemas constructivos.
“Hay que felicitar a su familia por haber conservado el legado de su obra, que hoy nos permite estudiarlo y comprenderlo mejor, y los animamos a perseverar en esa tarea, a mantenerlo en condiciones técnicas adecuadas y abierto a quien se proponga estudiar a un arquitecto tan significativo como lo fue Eugéne Joannon Crozier”, sostuvo el Arquitecto UC, Fernando Pérez.
Por su parte, el Arquitecto de la Universidad de Chile y consejero del Consejo de Monumentos Nacionales, afirmó que “me honra esta invitación, porque recordar algunas de las obras y méritos de Eugéne Joannon no solo es un intento de abrazar lo sublime, sino el intento reiterado de ello, que constituye la variación, la serie, la más interior de las experiencias en un sentido también sublime de lo arquitectónico, como es dar lugar al acto religioso”.