Centro del Patrimonio UC se adjudicó concurso CONICYT

23 de Noviembre 2017

Discusión Teórica y Construcción Histórica: el Patrimonio Arquitectónico de la Modernidad en Chile y Brasil”, es el nombre del proyecto presentado por el Centro del Patrimonio de la Universidad Católica de Chile, alojado en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos, que se adjudicó fondos CONICYT para su ejecución.

Se trata de la versión 2017 de la Convocatoria de Propuestas de Apoyo a la Red Internacional entre Centros de Investigación que realiza CONICYT, cuyo objetivo es apoyar la creación de redes para el fortalecimiento de la cooperación internacional y el fortalecimiento de vínculos entre diversos centros nacionales e internacionales de ciencia y tecnología de más de 30 países de distintos continentes.


Esta convocatoria persigue también contribuir al desarrollo de los recursos humanos, promoviendo la participación en la investigación de vanguardia y nuevos procesos de innovación desarrollando así la experiencia en áreas relevantes para el desarrollo nacional.


El proyecto ganador UC tiene como investigador principal a Hugo Mondragón, y reúne a los co-investigadores Umberto Bonomo, Macarena Cortés y Horacio Torrent, además de la tesista del Doctorado en Arquitectura y Estudios Urbanos de la misma casa de estudios, Thaise Gambarrra y la profesional de apoyo Fabiola Solari Irribarra,  todos de la Escuela de Arquitectura UC. Además, el proyecto incluye a la investigadora y docente Ruth Verde, del Programa de Posgraduación en Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Presbiteriana de Mackenzie, y a Anat Falbel, investiagdora y docente del Programa de Posgraduación en Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Federal de Río de Janeiro.


Resumen del proyecto


Los últimos 500 años habían visto nacer la mayor parte del patrimonio arquitectónico de Chile y Brasil, después del encuentro entre mundos. A diferencia de México, Perú o Guatemala, Chile o Brasil no albergaban las altamente sofisticadas civilizaciones precolombinas. Esa condición impidió que Chile o Brasil tuvieran esos magníficos complejos urbanos en su identidad cultural.


Siguiendo las lecturas clásicas de la historia, esos 500 años pueden dividirse en el período colonial mutuo, el período republicano en Chile y el imperial en Brasil, y un período moderno que comenzó en la última parte de 1920 y terminó a fines de 1960, con la irrupción violenta de regímenes dictatoriales. El período moderno se caracterizó por albergar una serie de transformaciones económicas, sociales y culturales conocidas como modernizaciones. A pesar de su corta duración, el período moderno es el que más proliferó en el mercado inmobiliario en ambos países. Por una afortunada conjunción entre la cantidad y los estándares de alta calidad de los profesionales, se construyó un número significativo de construcciones de alta calidad.


En Brasil, el reconocimiento de la arquitectura moderna como parte de su patrimonio cultural comenzó en los años 1930 y 1940. Cuando intelectuales como Mario de Andrade, Lucio Costa y Rodrigo Mello Franco de Andrade apreciaron el valor de estas piezas, su influencia fue complementada por una variedad de autores en 1950.


A pesar de la calidad evidente de muchas construcciones arquitectónicas del período moderno en Chile, el reconocimiento y la valoración de la arquitectura moderna en términos de que es una pieza importante del patrimonio cultural, sigue siendo una excepción. Hoy, solo el 6% de las construcciones protegidas por el Consejo de Monumentos Nacionales pertenecen al período moderno. Este pequeño porcentaje se explica por la dificultad de establecer qué edificios deben protegerse.


Esta dificultad tiene múltiples causas. Una de ellas está relacionada con la ausencia de una plataforma internacional donde discutir y actualizar los parámetros y términos que participan en la valoración de este patrimonio. Esto es particularmente necesario cuando hablamos de arquitectura reciente. Otra causa tiene relación con la ausencia de narraciones históricas importantes sobre el período mencionado, las cuales necesitan ampliar el campo de valoración de las obras y agregar una valoración en términos de historia a una existente, basada en el valor artístico.


La propuesta sugiere crear redes entre centros brasileños y chilenos, buscando promover un intercambio de experiencias y conocimiento en dos niveles: uno teórico y otro histórico. El énfasis en la dimensión teórica tiene como objetivo construir un espacio para un debate binacional y disciplinado en el que se discutan los marcos interpretativos que se utilizan generalmente en los procesos relacionados con la valoración del patrimonio arquitectónico. Por otro lado, el énfasis en el campo histórico pretende reflejar la importancia que la construcción de narrativas históricas tiene para los estudios y la práctica sobre el patrimonio arquitectónico moderno.

Hugo Mondragón Investigador responsable del proyecto.