Más de 120 artesanos de todo Chile y del extranjero darán vida a la Feria de Artesanía 2017

Su Directora, la docente de la Escuela de Diseño, periodista y diseñadora, Elena Alfaro, se da tiempo para revisar la historia de la feria y para enunciar los principales desafíos que tiene la versión 2017, además de relevar la labor de los artesanos como parte del patrimonio cultural del país.

¿Cómo nació la Feria de Artesanía?
Nació en 1974, inspirada en las ferias de artes plásticas que se hacían en el Parque Forestal, a las que asistía Violeta Parra. En ese entonces, la PUC, en un afán de entregar un apoyo a los artesanos para que pudieran comercializar directamente, realiza una primera muestra de artesanía, inspirada en la consagración del Templo Votivo de Maipú, en la cual se invita a los artesanos para visitar a la Virgen con algunos regalos y se les entrega la posibilidad de comercializar sus productos. Así, llegaron más de 60 artesanos y se transformó en la que podríamos denominar la primera versión de la Feria de Artesanía.

De hecho, hasta el día de hoy muchos artesanos visitan a la Virgen en el templo Votivo de Maipú, le llevan ofrendas y participan de la misa, por lo tanto, tiene también un contexto cultural muy importante.En adelante, la feria nunca se ha dejado de hacer.

Los últimos años hemos acortado la duración de la feria. Antiguamente duraba 18 días, hoy dura 10 días y tiene una connotación más integral, donde convergen los artesanos, el público general y la academia, a través de estudiantes y académicos.

Esta versión 2017 busca representar el legado cultural de Violeta Parra, ¿cómo nace esa idea?
Cada año la feria representa un tema central, entonces la configuración de sus 120 stands (aproximados) giran en torno a una temática especial, en torno a un pasillo donde se ubican 20 artesanos destacados en su oficio que se relacionan directamente con el tema del año. Este año, habrá bordados, papel maché, alambre y cerámica, áreas directamente relacionadas con la veta artesana que desarrollaba “la Violeta”.

La figura de Violeta Parra es un personaje que transita entre la artesanía y el arte, y en el caso de ella ese límite no está tan claro, lo que de alguna manera nos lleva a posicionar a los artesanos como artistas, que es algo que nosotros creemos firmemente.

Hay estudios sobre la vida de Violeta Parra que hablan sobre cómo ella manifestaba la artesanía, la música y otras expresiones como parte de su vida, sin hacer distinción entre su vida personal y su vida de artista. Y en el caso de los artesanos pasa lo mismo, es decir, no existe la separación entre el oficio y la vida privada. La mayoría trabaja en sus casas, con sus familias. Una masa importante son mujeres, que trabajan mientras crían a sus hijos, o en el caso de los artesanos del mundo rural trabajan complementando la labor del cuidado de los animales y del cultivo de la tierra, por lo tanto, no existe esa separación entre “trabajo y vida privada”, lo que resulta muy enriquecedor y que tiene mucha relación con lo que representaba Violeta Parra. En la feria también consideramos oficios no tradicionales, relacionados con el arte y las manualidades.

¿Vienen artesanos desde todo Chile?
Vienen artesanos de todo Chile. Una de las cosas que hemos procurado es la equidad geográfica en la representación de quienes vienen a la feria. Tenemos desde Arica hasta Magallanes, además de Isla de Pascua y también artesanos extranjeros.

Es importante esta muestra porque una de las medidas importantes de salvaguardia para la artesanía tiene que ver con que las personas dedicadas a los oficios artesanales sigan encontrando en ello una fuente laboral para vivir, y en este contexto la Feria de Artesanía, como espacio de comercialización, es una gran oportunidad para ello.

Para ello nos hemos vinculado con organismos del Estado como el Ministerio de la Cultura e Indap para poder generar una red de apoyo para los artesanos que vienen a la muestra en términos de traslados, alimentación y alojamiento.

¿Cómo está Chile en el contexto Latinoamericano en términos de valoración de la artesanía?
Por ejemplo, respecto de países como Perú, que tiene una artesanía de alto valor, nos falta avanzar un poco. Ellos tienen claro lo que aporta la artesanía a la economía nacional, que es algo que nosotros no tenemos tan claro, por lo tanto, ellos desde la política pública le han dado mayor realce.

No obstante, creo que como país hemos avanzado los últimos años en la valoración de nuestras artesanías. Se han dado pasos muy importantes al respecto. Piensa que hace algunos años la artesanía no era concebida como parte de la economía creativa, hoy sí, por lo tanto, tiene instrumentos de fomento y de alguna manera el Estado ha dispuesto planes y programas para su fomento y difusión.

Hay que seguir avanzando como lo hacen algunos países donde hay incluso legislación y marco legal específico para el desarrollo de la artesanía, que diversifica espacios de comercialización, y creo que esta mirada de la artesanía ligada al patrimonio cultural de los países ha ido tomando fuerza. Por eso es tan importante la feria, porque es la forma de comercialización más directa para los artesanos.

¿Qué mensaje te gustaría dirigir a quienes leerán esta entrevista, a pocos días del inicio de la feria?
¡Que vayan a la feria! Es un regalo estar con todos los artesanos, que son parte de nuestro patrimonio inmaterial. El valor no está en la pieza, sino en el conocimiento que da origen a esa pieza, y el reservorio de ese conocimiento es el mismo artesano, por lo tanto, tienes 120 posibilidades de conocer y compartir con personas que son parte de la conservación de este conocimiento.

Comprar artesanía en esta feria tiene un significado más allá del consumo. Adquirir una pieza es adquirir historia, y llevarse un pedacito de ese patrimonio para tu casa. Además, hemos diseñado la feria para que sea más fresca, tendremos locales de comida también, y habrá productos de agricultores y campesinos que le entregarán otro tinte a la feria.

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