Los secretos turísticos, mineros y patrimoniales de Chañaral

2 de Enero 2018

Por Christian Palma. Diario de Atacama sobre “Los secretos turísticos, mineros y patrimoniales de Chañaral”, donde el Programa de Planes y Proyectos Urbanos (PPU) de la Universidad Católica, busca poner en valor los sitios de interés de este territorio, a través del proyecto “Diseño de Ruta Turística y Plan Estratégico de Turismo, Provincia de Chañaral”, […]

Por Christian Palma.

Diario de Atacama sobre “Los secretos turísticos, mineros y patrimoniales de Chañaral”, donde el Programa de Planes y Proyectos Urbanos (PPU) de la Universidad Católica, busca poner en valor los sitios de interés de este territorio, a través del proyecto “Diseño de Ruta Turística y Plan Estratégico de Turismo, Provincia de Chañaral”, dirigido por el profesor Osvaldo Moreno.

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Los secretos turísticos, mineros y patrimoniales de Chañaral

RUTA. En un recorrido por carretera, se pueden apreciar los detalles que componen el paisaje de la provincia de Chañaral. La ruta del Inca sigue siendo la predilecta de los turistas.

Véronique Bégin y Élise Borgeat son dos jóvenes canadienses que decidieron conocer Sudamérica antes de comenzar su vida laboral. Gracias a los datos de otros mochileros llegaron a Pan de Azúcar, donde acamparon, degustaron la cocina local y recorrieron los senderos del principal Parque Nacional de Atacama. Les encantó, pero querían más. Estaban interesadas en recorrer el interior de la Provincia de Chañaral y observar, principalmente, su glorioso pasado minero.

No les fue bien, los lugareños conocían poco de la zona y nadie entendía las ganas que tenían estas dos turistas de adentrarse en el desierto. Ambas insistieron hasta que un conductor que iba a Inca de Oro las llevó en su vehículo. Tuvieron suerte, el chofer conocía bien la zona y les mostró algunos de los lugares de alto valor cultural y patrimonial. Al final del recorrido, Véronique y Élise descubrieron zonas que son absolutamente desconocidas, incluso para los atacameños.

Ruta Turística

Atentos a esa realidad, el Programa de Planes y Proyectos Urbanos (PPU) de la Universidad Católica, busca poner en valor los sitios de interés de este territorio, a través del proyecto “Diseño de Ruta Turística y Plan Estratégico de Turismo, Provincia de Chañaral”, dirigido por el profesor Osvaldo Moreno. Él y su equipo recorrieron las rutas y el siguiente relato es parte de lo que ellos pudieron observar.

Kilómetro cero

La aventura comenzó en Copiapó, con dirección a Inca de Oro a unos cien kilómetros de la capital regional de Atacama. Las tonalidades amarillas y magentas que dejó el desierto florido y que contrastan -en algunos tramos con miles de paneles solares, en una de las regiones con más radiación del mundo, distraen de algunas imperfecciones de la carretera.

Inca de Oro no tiene más de 400 habitantes. El pueblo mantiene su arquitectura, propia de principios del siglo XX, caracterizada por casas de un piso, de fachada continua y construidas en base a adobe, madera y techos de zinc.

Una vez en el lugar, se puede visitar el pasado de este territorio a través de la reconocida ruta minera de Inca de Oro. El guía local, Fidel Arancibia, es uno de los más preparados para mostrar esta fascinante y desconocida ruta.

La primera parada obligada es la mina La Cirujana que funcionó hasta los años 80. Aún conserva algunas de las viviendas de madera y un peinecillo, estructura de madera que servía para descender y ascender a la mina. Unos kilómetros más allá, están Las Guías, que todavía posee actividad minera a menor escala.

Destaca la estructura de una antigua escuela de madera que ha soportado por décadas las inclemencias del desierto. Se pueden apreciar en los alrededores una gran variedad de objetos mineros antiguos como un camión de los años cincuenta destartalado, pero cuya cabina sigue incólume y otro peinecillo de la vieja usanza pirquinera.

El trayecto continúa hasta la mina Sebastopol. Se trata de la mejor conservada de todas, tiene casi intacta la casa del “patrón”, bodegas, un peinecillo con riel y carro, además de una vista panorámica del valle.

La última parada de esta ruta es la emblemática mina Tres Puntas, que funcionó entre los años 1848 y 1922, produciendo grandes cantidades de plata. En sus primeros años Tres Puntas albergó a cerca de cuatro mil personas que se vieron atraídas por las grandes vetas de plata.

Hacia el Noreste de Inca de Oro tomando la ruta C-253, está la Finca de Chañaral que se emplaza en medio de la quebrada Chañaral Alto y que se caracteriza por sus escarpadas laderas rocosas y un fondo de valle poblado por árboles y arbustos poco comunes en esta parte del desierto.

Los primeros registros de este lugar datan de tiempos prehispánicos cuando los mensajeros de la civilización Inca o Chasquis, lo utilizaban como Tambo o lugar de descanso y recarga de agua y comida. La Finca De Chañaral es parte del camino del Inca , “Qhapac Ñam”. Por lo mismo se pueden ver vestigios de aquella civilización.

Viñita

Volviendo a Inca de Oro por el camino C-289 puede detenerse en la Viñita del Desierto y comprarle un pajarete a Don Eliseo, un ermitaño amable, conversador y atento, quien fabrica vino en el desierto hace más de 20 años. Son mostos orgánicos que produce en pequeñas cantidades, “entre 300 y 400 litros por año”, asegura. Todo de manera artesanal, en la hectárea de viñedos que posee y cuya tierra comparte con damascos, membrillos, higos, algunas hortalizas, gallinas, conejos, tres perros y un gato.

Otra alternativa desde Inca de Oro hacia el norte es retomar la ruta C-17 a la ciudad de Diego de Almagro. Desde ahí se recomienda subir a la cordillera de los Andes y el salar de Pedernales. En ese lugar se encontrará con el ex poblado ferroviario de Llanta, un asentamiento que prestaba servicios de mantención al histórico tren minero que unía la fundición de Potrerillos y el puerto de Barquito, y que funcionó hasta el catastrófico aluvión del año 2015.

El camino continua rumbo al Este, utilizando la ruta C-163 que se interna por el valle del río Salado llegando a la cordillera de Domeyko o pre cordillera de los Andes. Esta formación geológica asombra por la calidad escénica que ofrece pudiéndose distinguir estratos perpendiculares al horizonte, una gran variedad de colores indicio de la presencia de minerales de diferente tipo y escarpados acantilados que coronan lo más alto del valle del río Salado. Durante este trayecto es posible apreciar infraestructuras abandonadas del tren minero tales como pequeñas estaciones, túneles que permitieron el paso del tren por escarpadas laderas de montaña y rieles retorcidos.

El salar de Pedernales marca el fin de esta ruta y el comienzo del poco explorado mundo altiplánico de esta provincia. El camino que lleva a Pedernales está marcado por la presencia de vegas andinas, antiguas estaciones de ferrocarril y la intersección de los caminos C- 163 que sigue el Río Salado y la ruta C-13 que conduce al poblado minero de Potrerillos, lugar que posee una arquitectura industrial de gran valor, pero que aún no se puede visitar sin un permiso especial de Codelco. Siguiendo por este camino se puede llegar al paso internacional San Francisco que atraviesa hacia las provincias de Catamarca, La Rioja y Córdoba, en Argentina.

Plantas solares

Si se decide volver a Chañaral, hacia la costa, se encontrará con grandes instalaciones de plantas fotovoltaicas que contrastan con el paisaje desértico al mismo tiempo que asombran por su impronta de revolución tecnológica. Alrededor de Diego de Almagro se encuentran las plantas solares Chañares (40 MW) y Diego de Almagro (52 MW), esta última fue la primera planta solar de gran escala construida en Chile.

Finalmente, aparece Chañaral y su Iglesia de 1864 o la Anglicana de 1870, ambas paradas obligadas del puerto que también ofrece un viejo cementerio de trenes a la entrada del histórico Puerto de Barquito, un interesante museo y numerosas viviendas emblemáticas, como la Casa Molina, declarada Monumento Nacional en 1985, entre otras maravillas poco conocidas y valoradas.

400 habitantestiene aproximadamente el sector de Inca de Oro. El pueblo aún mantiene la arquitectura de principios del siglo XX.

a 1922 funcionó la mina Tres Puntas. Gran productora de plata de la zona.1848

1864 se construyóla iglesia católica de Chañaral. Mientras que la iglesia anglicana se edificó en 1870

o hasta 400 litros de pajarete por año, fabrica Don Eliseo en Inca de Oro. La producción la realiza hace más de 20 años.