Representantes del Parlamento, municipios, gremios y academia debatieron sobre contribuciones y financiamiento municipal en Lo Contador

El Diputado Gonzalo Winter, presidente de la Comisión de Vivienda de la Cámara de Diputados, y la Alcaldesa de La Pintana, Claudia Pizarro, encabezaron las mesas de discusión que comentaron las ponencias del profesor de la Universidad Mayor, Pablo Trivelli, y del profesor del IEUT, Arturo Orellana, paneles en los que también participaron el Gerente de Estudios de la Cámara Chilena de la Construcción, Javier Hurtado; el profesor del IEUT Javier Ruiz Tagle; Bettina Horst, del Instituto Libertad y Desarrollo; y Slaven Razmilic del Centro de Estudios Públicos; y que fueron moderados por los profesores del IEUT, Magdalena Vicuña y Luis Fuentes.

“Desde hace un tiempo, ha surgido el debate en la opinión pública sobre el actual sistema de impuesto predial en Chile, dado los impactos que tiene en materia de equidad socio territorial, tanto para los propietarios como para los municipios que dependen en forma importante de este mecanismo de financiamiento”, afirmó Luis Fuentes, Director del IEUT UC e investigador principal de CEDEUS.

“Las críticas apuntan en diferentes direcciones, las cuales van desde que se evidencian situaciones de evasión por falta de control y fiscalización, hasta lo injusto que resulta el hecho de que la mayor exención tributaria se concentre, por lo general, en comunas donde justamente también es mayor el nivel de precariedad financiera que tienen los municipios y de carencia de la población residente”, agregó.

Presentaciones

El profesor Pablo Trivelli realizó una presentación que abrió el panel denominado “Indagaciones sobre la gestión del impuesto territorial”, en la cual afirmó que “las contribuciones de bienes raíces constituyen un 38% del total de lo que reciben los municipios, y por lo tanto es un tema muy sensible para el financiamiento de los gobiernos locales”.

Trivelli, agregó, además, que “lo que uno puede discernir es que en la región Metropolitana existen del orden de 46 mil hectáreas que tienen designación de uso urbano y no están ocupadas, y entre Santiago, Valparaíso y Concepción hay del orden de 125 mil hectáreas con designación de uso agrícola dentro del límite urbano, lo que corresponde a 1.250 millones de metros cuadrados, lo que es una fuente fantástica de recaudación, pero que no significan contribuciones para el Estado, lo mismo que ocurre con las parcelas de agrado, cuyo decreto lo que hace es que el Estado deje de percibir ingresos por concepto de contribuciones no pagadas, y mientras tanto, a los municipios no les llega ningún peso, y se construye ciudad con este tipo de baches”.

La Alcaldesa Claudia Pizarro sostuvo que “el impuesto territorial es de carácter patrimonial, que equivale al 60% del avalúo comercial, por lo tanto, para nosotros es muy importante que se reformule, porque no es concebible que el valor del suelo haga que, por ejemplo, una comuna crezca en términos de recaudación y otra que está inmediatamente al lado no crezca nada, lo que en el caso de La Pintana es más agudo porque tenemos viviendas que están en su mayoría exentas del pago de contribuciones, pero seguimos dependiendo como municipio del Fondo Común Municipal, lo que es un contra sentido”.

“Las comunas de la periferia de Santiago están construidas con viviendas sociales exentas de contribuciones, entonces comienza a producirse el hacer ciudad en base a la desigualdad y a la equidad, y comienzan a aparecer sectores de la ciudad segregados y aislados de los servicios”, agregó la Alcaldesa.

Javier Hurtado, Gerente de Estudios de la Cámara Chilena de la Construcción, advirtió que “un sistema en que el 78% de las personas están fuera del sistema, claramente no es un sistema”, agregando que “esto no representa la realidad país y es un sistema que tiene muchos hoyos y exenciones de todo tipo y eso debe regularse, entendiendo que las personas de escasos recursos no pueden solventar las contribuciones y entendiendo también lo ilógico que resulta que haya personas con departamentos DFL2 en zonas acomodadas de Santiago que no paguen contribuciones. Entonces, más que debatir sobre el sistema actual, la discusión que se nos viene es cómo discutimos y concebimos un nuevo sistema”.

Al término de los comentarios, el profesor Javier Ruiz Tagle, afirmó que “este es un sistema que tiene tres temas a debatir, primero, la diferencia entre avalúo fiscal y avalúo comercial; segundo, la baja periodicidad de los avalúos, que se hace cada cuatro años; y, tercero, el criterio extemporáneo de las exenciones de impuestos, referidos al valor y espacialidad de los inmuebles, lo que deja a mucha gente que tiene mucho dinero sin pagar impuestos y dejando al Estado sin recaudación”.

Los impuestos territoriales y el problema de la equidad urbana

La segunda mesa se inició con la presentación del profesor Arturo Orellana, titulada “Los impuestos territoriales y el problema de la equidad urbana”, quien sostuvo que “hay tres tipos de comunas en Chile de acuerdo al Índice de Calidad de Vida Urbana, aquellas que tienen altos estándares en términos de infraestructura, salud, acceso a áreas verdes y bienes urbanos; otras que están en rango promedio; y otras que están por debajo de esa línea óptima”.

“De las diez comunas con mejor calidad de vida en Chile, seis son del cono oriente de la región Metropolitana, pero si uno se va al fondo de este ranking de 99 comunas nos damos cuenta que tenemos comunas como La Pintana, Lo Espejo, San Ramón y otras que están en la misma región, pero ubicadas al fondo del ranking, lo que evidencia una serie de desigualdades e inequidades que se expresan, entre otras grandes variables, en la escasa capacidad de los municipios de articular recursos para dotar y proveer al territorio de bienes urbanos básicos”, agregó.

Bettina Horst, se refirió a la presentación del profesor Orellana y sostuvo que “no veo voluntad política para cambiar el sistema impositivo que nos rige hoy como país, y como lo ejemplifica el Índice de Calidad de Vida Urbana, hay impactos importantes en la calidad de vida de las personas respecto del poder de financiamiento de los municipios, en términos de salud, educación, infraestructura, vivienda y otros”.

El Diputado y Presidente de la Comisión de Vivienda de la Cámara de Diputados, Gonzalo Winter, advirtió que “tenemos que preguntarnos si estamos realmente dispuestos a hacer que más personas hoy paguen contribuciones, lo que es políticamente incorrecto, pero también tenemos que preguntarnos si es necesario que más personas paguen contribuciones o si hay personas que deben pagar más contribuciones que otras, lo que es distinto”.

Winter agregó que “el distingo entre cómo recaudamos y cómo distribuimos es tan importante que echo de menos ese debate, y no puedo evitar convocar al debate sobre los impuestos, entendiéndolos como al dominio y a la propiedad privada, pero también son también la condición necesaria para que exista la propiedad privada, por lo tanto, un trabajo de concientización en ese sentido es muy necesario, porque nadie tiene nada sin que haya un Estado que lo garantice, como no pueden haber autos sin calles, o una casa sin un Conservador de Bienes Raíces donde inscribirla”.

Por su parte, Slaven Razmilic afirmó que “la dependencia de las comunas del Fondo Común Municipal afecta la calidad de vida, claro, pero hay algunas cosas que dependen de los municipios y otras que no, y respecto de las exenciones y de lo que podríamos proponer para hacer, sería que los predios agrícolas en zonas urbanas paguen contribuciones como parte del circuito urbano de la ciudad, lo que no es mucho más, pero sería un aporte”.

Las conclusiones y principales observaciones de los expositores y panelistas de este seminario estarán reflejadas en un documento de trabajo que emitirá el Instituto de Estudios Urbanos durante los próximos días.

Las ponencias y mesas de comentarios están disponibles en la página de Facebook del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales para quienes deseen mirarlo completo.

INFORMACIÓN PERIODÍSTICA

JUAN ANDRÉS INZUNZA