Proyecto del profesor Osvaldo Moreno gana Premio Aporte Urbano 2022

1 de Diciembre 2022

El Parque Urbano Isla Cautín, emplazado en la comuna de Temuco, región de La Araucanía, diseñado por el arquitecto Osvaldo Moreno, ha resultado ganador en la categoría de Mejor Proyecto de Espacio de Uso Público- Escala Comunal, en el marco del Premio Aporte Urbano (PAU) 2022.

La obra da forma a un espacio público que se emplaza en un predio de 27 hectáreas en el sector sur del centro urbano de la comuna de Temuco, limitando al norte con Avenida Los Poetas, hacia el Sur con el río Cautín, hacia el Este con Av. Arturo Prat y hacia el Oeste con la proyección de Av. Carrera y el Estero Pichicautín. El predio se encuentra en un área céntrica y consolidada de la ciudad, presenta una eventual vinculación con dos de los elementos más importantes de la ciudad, como son el Cerro Ñielol y el río Cautín a través de la Avenida Prat; lo que en si representa una fortaleza ya que es posible con una adecuada planificación territorial establecer un circuito que potencie estos tres espacios de valor patrimonial y natural.

El Parque contempla diversos programas recreativos, culturales y deportivos organizados en torno a una gran área verde central, conectados por circulaciones interiores y con accesibilidad desde los 3 principales ejes que delimitan el Parque: Avenida Los Poetas, Avenida Prat y el nuevo eje denominado Avenida Isla Cautín. Estos programas y espacios dan cuenta de un espacio público de carácter multicultural y sustentable, lugar de encuentro para los diversos actores y grupos sociales de la ciudad y la región.

Al respecto, conversamos con el profesor Moreno, sobre la importancia del proyecto y la relevancia del premio PAU

¿Cómo recibes el premio y qué sentido tiene como reconocimiento a tu trabajo?

OM: Este premio es un reconocimiento no sólo a la persona y equipo responsable del diseño y ejecución del parque, sino también a todo un largo proceso que sigue en curso; desde los primeras formulaciones conceptuales y trazos iniciales de proyecto, hasta los usos y actores sociales que día a día animan la vida del parque en la actualidad.

Creo importante también destacar el hecho de que el premio se asigna a una iniciativa regional que busca innovar en términos de diseño y manejo paisajístico, integrando sistemas de infraestructura verde, soluciones basadas en naturaleza para la resiliencia urbana, áreas de conservación ecológica y programas de carácter multicultural. Y que expresa un trabajo sostenido que he desarrollado desde el quehacer profesional vinculado con el ámbito académico de la docencia y la investigación en arquitectura del paisaje. 

La propuesta de este enfoque de diseño integrado no siempre fue comprendida por parte de nuestros interlocutores y mandantes, y significó un importante desafío poder sostener los argumentos para poder llevarlos a la práctica. Allí fue clave el proceso de participación ciudadana que se definió, el cual conformó un espacio de trabajo y de aprendizaje transversal que nutrió de manera bidireccional tanto al equipo técnico – nosotros los proyectistas – como a la comunidad. De hecho, el primer premio que el Parque obtiene es justamente ser reconocido y publicado como una de las “buenas prácticas” de participación ciudadana a nivel nacional, siendo el único proyecto de parque con esa distinción.

Desde ese punto de vista, al entender el resultado como síntesis de un proceso abierto y colectivo en el cual se siguen haciendo parte nuevos actores, el premio es también un espacio de oportunidad para rendir tributo a esa forma de concebir la arquitectura y el paisaje.  

El Premio PAU destaca aquellas obras o proyectos que aportan a la ciudad. ¿Cómo ves esta relación entre proyecto y aporte a la ciudad? ¿Crees que la Arquitectura debe tener siempre como meta aportar a la comunidad, a las sociedades y a los entornos donde se emplazan los proyectos?

OM: El acento que PAU pone en la calidad de las relaciones que establece la arquitectura y el diseño con la escala de la ciudad y el territorio algo muy destacable. Podríamos señalar que – junto a las Bienales de Arquitectura – es el único espacio en Chile que promueve nítidamente esa búsqueda.

La meta de un determinado proyecto arquitectónico puede no siempre estar asociada a generar un aporte sustancial en términos sociales o ambientales. No obstante, sí podemos señalar que la arquitectura del paisaje – mi ámbito de desarrollo académico y profesional más específico – ha sido frecuentemente definida por diversos autores como un soporte esencial para mediar entre la existencia colectiva de las comunidades y los entornos de naturaleza que cohabitan en nuestras ciudades. En la agencia de esa mediación, la arquitectura del paisaje tiene por lo tanto un propósito que efectivamente persigue contribuir al bienestar de las personas, pero poniendo fuerte énfasis en que el medio para obtener ese logro está directamente relacionado con la conservación y la reclamación de los valores ecológicos y culturales del territorio.

Sumado a lo anterior, y frente a los actuales escenarios de perturbaciones, crisis y vulnerabilidades asociadas a procesos de expansión urbana, cambio climático y desastres, la arquitectura del paisaje aborda nuevos desafíos y campos de actuación, repensando el rol del proyecto de paisaje contemporáneo como una plataforma conceptual y operativa para la gestión de la sustentabilidad y resiliencia de nuestras ciudades.

En el caso particular del Parque Urbano Isla Cautín, esos desafíos están relacionados con colaborar a través del diseño paisajístico en la atención a problemáticas socio-ambientales urbanas en Temuco y la intercomuna Temuco – Padre Las Casas, tales como inundabilidad por precipitaciones extremas y desborde de cauces, contaminación atmosférica, isla de calor urbana, integración multicultural, accesibilidad e inclusión.

¿Cómo se gestó el proyecto del Parque? ¿Podrías relatarnos un poco su historia y consecución en el tiempo?

OM: El proyecto de diseño del Parque fue desarrollado durante los años 2015 y 2016, luego de adjudicarnos la licitación pública convocada por SERVIU y MINVU Araucanía, iniciando su ejecución algunos años más tarde, en 2018. Pero la iniciativa que da origen al Parque tiene larga data, de al menos dos décadas, que incluye esfuerzos de diversos actores, especialmente de parte del municipio y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, dando lugar a una serie de propuestas de planificación y diseño. Este historial generó una importante base de antecedentes para el posterior proyecto que desarrollamos.

El proyecto da forma a un espacio público que se emplaza en una superficie de 27 hectáreas en el sector sur del centro urbano de la comuna de Temuco, en el borde del Río Cautín, importante corredor ecológico de la comuna y la región. Su diseño contempla la articulación de sistemas integrados de equipamientos, infraestructuras, programas y hábitats, organizados en torno a una gran pradera central de libre uso que ofrece la panorámica del paisaje y la geografía circundante. Alrededor de esta pradera se define un anillo programático, conformado por una secuencia de plazas, áreas de concesiones, accesos y servicios, conectada por circulaciones interiores y con accesibilidad desde los 3 principales ejes que delimitan el Parque: Avenida Los Poetas, Avenida Prat y el nuevo eje denominado Avenida Isla Cautín. Estos programas dan cuenta de un espacio público de carácter multicultural y sustentable, que rápidamente se ha transformado – desde su inauguración en abril de este año 2022 – en lugar de encuentro para los diversos actores, etnias y grupos sociales de la ciudad y la región. 

En la escala macro, el Parque se constituye como un parche ecológico que contribuye a la conectividad de los sistemas naturales conformados por el corredor Río Cautín y los Cerros Ñielol y Conun Huenu. Asimismo, la articulación del parque con las diversas áreas verdes y ejes de arbolado urbano, contribuye a establecer núcleos y enlaces verdes en la escala local. Esta conectividad – tanto en la macro escala como en la escala ciudad – favorece la prestación de importantes servicios ecosistémicos: retención e infiltración de precipitaciones, mejoramiento de la calidad del aire, reducción de efecto de isla de calor, biodiversidad y movilidad. Por otra parte, en el nuevo contexto intercomunal de Temuco y Padre Las Casas, cuya comunicación se fortalece mediante el nuevo Puente Treng Treng Kay Kay, el parque determina una nueva centralidad que esperamos potencie el vínculo entre ambas comunas.

Osvaldo Moreno

Osvaldo Moreno es Arquitecto, Universidad de Chile (2003). Doctor en Arquitectura y Urbanismo, Universidad Nacional de La Plata (2020). Magíster en Paisaje, Medioambiente y Ciudad, Universidad Nacional de La Plata –Programa ALFA. Becario Programa ALFA (2005-2006). Becario Erasmus Mundus European Comission (2013). Diplomado en Evaluación de Proyectos, Escuela de Postgrado Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad de Chile (2005). Jefe de Programa y Profesor de Magister en Arquitectura del Paisaje, Pontificia Universidad Católica de Chile. Profesor de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad de Chile. Profesor invitado en Programas de Grado y Postgrado en Chile, Argentina, Perú, España y Bélgica. Investigador invitado en la Escuela de Doctorado en Urbanismo – URBA 12 y URBA 11– Universidad Católica de Lovaina, Bélgica (2011-2012). Investigador responsable en proyectos de investigación en temáticas asociadas a Infraestructura Verde Urbana, Drenaje Urbano Sostenible, Rehabilitación e Integración Paisajística de Pasivos Ambientales Mineros, Paisajes Culturales, Paisajes Áridos y Planificación de Territorios Turísticos.

Posee una actividad profesional desarrollada en los ámbitos de planificación, diseño y gestión de proyectos urbanos y territoriales, arquitectura del paisaje, movilidad sustentable, equipamiento, áreas verdes y turismo, en contextos urbanos y rurales, entre los que destacan el Parque Urbano Isla Cautín de Temuco, el Parque Humedal Baquedano de Llanquihue, la Plaza de Labranza de Temuco, el Plan Maestro de Ciclovías de San Antonio, el Centro de Interpretación del Vino del Valle de Colchagua, el Patio de los Tilos en el Museo de la Educación Gabriela Mistral y la elaboración de la Guía de Evaluación del Valor Paisajístico del SEIA. Evaluador de Programas Gubernamentales, DIPRES-Ministerio de Hacienda, Gobierno de Chile. Miembro de IFLA World Working Group on Agriculture and Landscape.

INFORMACIÓN PERIODÍSTICA
Premio Aporte Urbano, https://www.premioaporteurbano.cl/
Escuela de Arquitectura UC
Juan Andrés Inzunza